Jugar al Goalball como juegan los invidentes resultó ser una experiencia inolvidable para los niños del Club de Fútbol de Alalpardo. Un arbitro de la ONCE se encargó de enseñarles a colocarse las gafas. Sin poder ver absolutamente nada, se sintieron como los niños ciegos o con deficiencias visuales al jugar al único deporte paralímpico para ellos. Después 3 contra 3 jugadores y una pelota con cascabel en su interior hizo el resto.
La ONCE, el Club de Fútbol de Alalpardo y el Ayuntamiento hicieron posible esta jornada tan atractiva.
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